miércoles, 26 de septiembre de 2012

Bicicletas en Amsterdam

Hace unos años estuve visitando Amsterdam y aunque mi afición por la bicicleta no estaba despierta me sorprendió ver la cantidad de estos aparatos que se veían circular y aparcados por cada calle. De hecho era complicado sacar una fotografía y que no saliese una bicicleta.

Un puñado de fotos de esos días.






domingo, 23 de septiembre de 2012

Desarrollos de mi bicicleta

Me gustan los datos. Extrapolar circunstancias habituales a números y sus porcentajes para poder medir. Es una manía que tengo.

Llevado al ciclismo me gusta llevar control de distancias y velocidades, tiempos, etc. sin ánimo de competir, solo como mera curiosidad. Por tanto también me disgusta que los medios de medición no sean exactos.

Me pasa con el velocímetro que utilizo en las dos bicicletas, que siempre marca una distancia diferente de la que realmente recorro (luego explicaré el motivo por el que creo que pasa), pero en este caso lo suplo grabando las rutas con la aplicación Endomondo para Android. Realmente el velocímetro nada más que lo utilizo para ver la hora y controlar la velocidad que llevo.

Bueno, esto viene al caso por que me apetece saber cuanto recorre la bicicleta por cada pedalada que doy. Por lógica esta distancia varía según el desarrollo que lleve engranado.

Como en casi todo lo que hay que hacer hay dos vías: la sencilla y la complicada. Es decir, que nos lo den hecho o saber hacerlo y entender el funcionamiento de las cosas.

Para evitar complicaciones tenemos este calculador de desarrollos que ponen a nuestra disposición en la página de Campagnolo. Tenemos que introducir la circunferencia de nuestra rueda trasera en milímetros; el número de dientes de nuestros engranajes (o platos) y el mismo dato para los piñones. Automáticamente nos devolverá una tabla con nuestros desarrollos. Incluso tiene una serie de relaciones más habituales ya introducidas para facilitar nuestro trabajo.

Ahora bien, creo que lo interesante es saber el por qué de todo esto.

Platos y biela
Platos y biela

Ya tenemos claro que llevamos unos platos (lo normal es montar entre 2 y 3) unidos a las bielas y éstas a los pedales, por los cuales se transmite la fuerza que generamos con nuestras piernas a los platos y de aquí a la rueda trasera a través de la cadena y los piñones montados en aquella.

El factor de multiplicación, es decir, cuantas vueltas da nuestra rueda por cada pedalada completa (360º de giro del plato), es sencillo de calcular. Basta con dividir el número de dientes del plato por el número de dientes del piñón. Por ejemplo:

Para un plato de 50 dientes y un piñón de 18 dientes: 50/18=2,7 vueltas de nuestra rueda (o piñón) por pedalada.

Piñones
Piñones

También necesitamos la circunferencia de nuestra rueda trasera. La formula es sencilla: 2ΠR. Por ejemplo:

Para una rueda de bicicleta de carretera con una medida de 700mm de diámetro (350 de radio). la fórmula sería 2 x 3,14 x 0,350 = 2,198 m. Simplificada: 3,14 x 0,700

Esto nos dará la circunferencia y, por ende, la distancia recorrida por cada giro completo de la rueda.

Rueda de bicicleta
Rueda de bicicleta de carretera


Sabiendo todo esto podemos calcular con la siguiente fórmula la distancia que recorre nuestra bicicleta por pedalada en relación a los desarrollos seleccionados: (Plato / piñón) x circunferencia. Por ejemplo, en nuestro caso seguimos con el plato de 50 y el piñón de 18 dientes:

50 / 18 * 2,198 = 6,11 metros recorridos por pedalada

Y la tabla de desarrollos de mi bicicleta de carretera:


Y un inciso para finalizar. La distancia recorrida por la rueda, según la fórmula, es exacta, pero no tiene en cuenta, lógicamente, que esta medida disminuye en cuanto nos montamos en la bicicleta en orden de marcha y aplicamos peso, con lo cual varía ligeramente. En distancias cortas no es importante pero según acumulemos kilómetros sí tendrá impacto. De aquí  creo (en mi humilde opinión) que viene la desviación en los velocímetros, por ejemplo, ya que introducimos como valor de medición el ideal plasmado en la tabla que nos da el fabricante. Lógicamente el valor real varía dependiendo de nuestro peso y la presión de hinchado de nuestras ruedas.

Pequeño truco: Para calcular la circunferencia de una forma más real colocamos la rueda con la válvula en posición cercana al suelo, es decir, a 180º, marcamos en el suelo el lugar, nos montamos en la bicicleta y avanzamos hasta que la rueda de un giro completo y la válvula vuelva a estar "en el suelo". Medimos los dos puntos y esta es la medida. Si pruebas seguro que hay ligeras diferencias entre la medida "ideal" y la "real".

jueves, 20 de septiembre de 2012

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Restaurando la bici (y VIII): Platos nuevos y final de la aventura

Casi un mes después de salir por primera vez con la bicicleta y detectar que los platos estaban en mal estado y había que cambiarlos, ya está hecho. Con ello creo que puedo dar por finalizado el trabajo de restauración, o como se quiera llamar.

Por hacer memoria, los platos originales de la bicicleta estaban doblados y por ello rozaba la cadena en el desviador y cambiar al plato grande era una aventura, con riesgo de salida de cadena.

Encargué en la tienda de bicicletas unos platos nuevos, con sus bielas y, ya puestos, también solicité el cambio del eje. Metidos en el laberinto mejor dejar todo bien. He aprovechado para poner unos desarrollos más suaves que los 52/46 que venían con la bici, y me han colocado unos Shimano 50/34.

El mecánico ha tenido problemas con el pedalier. La rosca que utiliza no es compatible con los sistemas actuales, así que se ha limitado a cambiar los rodamientos y dejar el mismo eje. No es lo mejor pero al menos está en un estado superior al que estaba.

Platos Shimano bicicleta de carretera
Platos Shimano

La verdad es que el choque estético temporal en la bicicleta con estos platos es fuerte. Se ven demasiado modernos para el tiempo que tiene la bicicleta. Quedaban mejor los viejos, lógicamente, pero es lo que toca.

Montaré los pedales automáticos que uso y a salir a rodar con la bicicleta.

Esta última parte ha tenido un coste de uno 75€.

Y como prometí, la siguiente tabla muestra el coste total de la restauración de la bicicleta. Como se puede ver se ha disparado el coste final más del tope que tenía previsto.



La conclusión que he sacado de todo el trabajo de restauración es un poco agridulce.

Si lo veo solo como números, creo que si llego a saber desde el inicio lo que me iba a costar no me habría puesto con ello. Por este dinero y un poquito más podría haberme comprado una bicicleta de carretera nueva.

Pero no hay que verlo así. En la balanza hay que poner el entretenimiento que me ha dado desmontar la bicicleta entera, limpiarla, sanearla, volver a montar los componentes y, por supuesto, la satisfacción del primer día que salí a probar la bicicleta a carretera y que todo funcionase correctamente.

También tengo que sopesar los conocimientos que he adquirido haciendo este trabajo. Cosas que antes me podían dar pavor y que ahora las veo con naturalidad.

Errores cuando monto en bicicleta.

Como ciclista dominguero tengo detectados algunos errores que cometo cuando salgo en bicicleta, el problema es corregir estos fallos. Algunos son más importantes, otros menos, pero hay que corregir.

Termino mucho mejor que comienzo.

Esto es algo que me sucede con mucha frecuencia, pero especialmente las pocas veces que salgo con compañía. No tengo localizado si el motivo es que tardo en calentar más de lo normal o que empiezo muy acelerado hasta que cojo el ritmo.

Lo normal es que al comenzar a rodar pase un rato bastante malo a los quince minutos o media hora del inicio. Pero cuando termino la ruta tengo la sensación de que podría haber seguido rodando más kilómetros (tampoco es que haga una etapa de la Vuelta).

No sé mantener el ritmo de pedalada.

Varío bastante el ritmo de pedalada en lugar de ir manteniéndola ayudado por el cambio de platos y piñones, lo cual hace que en las subidas o me quede clavado o lleve una cadencia lenta y forzada.

Aquí hay dos partes:

Soy muy reacio a "meter" el plato pequeño, especialmente en la bici de montaña, no me gusta eso de ir dando pedaladas como un loco y que la bici avance poco. (Necio +1)

No soy previsor a la hora de cambiar y adecuar el desarrollo a "lo que viene". En las cuestas abajo no hay mayor problema para cambiar. Pero en las cuestas arriba entrar mal supone un contratiempo.

A lo primero tengo que ser menos necio y hacer más caso tanto a Fede (con el que comprendí que subir puentes es más sencillo con el plato pequeño) y a Javier que no se cansa de repetirme que de perder un plato prefiere prescindir del grande que del pequeño, que es el que te salva en momentos de apuro. A lo segundo: práctica e ir más centrado en lo que viene.

Mala hidratación.

Bebo poco y solo agua. Por lo que he leído lo normal es beber un bidón (un litro aproximado) de líquido cada hora. Yo, salvo que haga mucho calor, me bebo eso en dos o tres horas y a veces me sobra. De vez en cuando me paro en alguna gasolinera y me bebo un bote de Coca Cola o relleno el bidón, pero en casos excepcionales que coma mucho polvo por caminos o que, como he dicho, el calor apriete.

Tampoco utilizo bebidas isotónicas, de hecho solo la he probado una vez y me dejó la boca con una sensación desagradable, pastosa.

Alimentación ¿Aliquééé?

No suelo reponer fuerzas alimentándome sobre la marcha. Aunque lo normal es que siempre lleve alguna barrita energética, es habitual es que regresen conmigo. Algún día he hecho parada y pincho de tortilla, pero los menos. Cualquier día llega "el tío del mazo" como dice Perico Delgado y me da una pájara de campeonato.



No planifico la ruta.

Yo creo que esto ahora, que no salgo más de 40 kilómetros, no es demasiado importante, pero a veces no sé ni qué dirección tomar y voy improvisando sobre la marcha. Bendita ayuda llevar encima Google Maps en el móvil para cuando me despisto.

Tampoco sé tener en cuenta desniveles, aunque por donde salgo es bastante liso, a la hora de evaluar como va a ser la ruta.

Algún vicio más tengo, seguro, pero ahora no se me ocurren o no me doy cuenta. Los que he puesto parecen sencillos de quitar, sobre todo teniéndolos localizados, pero vuelvo a caer una tras otra.

martes, 18 de septiembre de 2012

Montando la bicicleta de Contador

Hace un par de días compartí en las redes sociales un vídeo en el que se veía al mecánico de Contador montando su bici en la Vuelta Ciclista a España.

En el canal de Contador en Youtube hay una versión mejor del vídeo. Impresiona ver a Faustino Muñoz, el mecánico del equipo Saxo Bank, trabajar con la bicicleta.


Y yo para ajustar los cambios me puedo pasar más de lo que dura el vídeo...

Vía: Bicicilismo

lunes, 10 de septiembre de 2012

Angliru

Hace unas semanas, aprovechando mis vacaciones por Asturias y que Javier subía el Angliru en bicicleta me animé a ir a conocer el mítico puerto. Eso sí, lo hice en coche como mero turista y no pedaleando.

La conclusión que saqué al ver aquello es que simplemente es impresionante, hay que admirar a cualquier persona que suba esa animalada de puerto en bicicleta.

Yo, únicamente, voy a colgar unas pocas fotos que hice. Los análisis para las personas que han subido ese puerto en bicicleta, lo demás es hablar por hablar.

Perico Delgado hace un análisis en "Los Pericopuertos". En Bicicilismo hay otro y también se puede leer el de Javier. Por elegir unos pocos.

Cobayos, Angliru
Tan bonito como empinado.

Cobayos, Angliru
Y no es lo más duro...

Cicloturista subiendo el Angliru
Un cicloturista con el peso añadido de las alforjas.

Oviedo desde el Angliru
Oviedo.

Angliru
El final de la subida.

Javier y Carlos en el Angliru
Carlos y Javier al terminar la ascensión.